La segunda charla de Ángelez Diez Rodríguez, esta vez en el
Centro Franchy Roca de Las Palmas de Gran Canaria, estuvo dedicada a Cuba y
Venezuela como blancos mediáticos del imperialismo.
En ella, Diez,
especialista en análisis de contenidos de los medios, subrayó que “la
consigna que sirve para justificar los ataques mediáticos contra ambos países
es siempre una falsa y mentirosa defensa de la democracia”.
En el caso de Cuba –repasó Diez Rodríguez-, los ataques
comenzaron desde 1959, pero se
recrudecieron a partir de 1961, cuando se declara el carácter socialista de la Revolución y se pone a
la soberanía como uno de los principios rectores de la política cubana.
“El caso de Venezuela fue distinto, porque, entre otras cosas, en ese
país no hubo confrontación militar y no se cuestionó la propiedad privada, pero
sí tuvo una conexión directa con el caso cubano, primero por el liderazgo de
Chávez, que desde el primer momento situó a Cuba y a Fidel como referentes
políticos; y segundo por la afirmación de defender la soberanía del país; algo
imperdonable para el imperialismo”.
A partir de ese posicionamiento político de Cuba
revolucionaria y Venezuela bolivariana, la artillería mediática no ha dejado de bombardear a ambos procesos,
usando técnicas que no por conocidas son menos violentas.
“No escuchamos –añadió la socióloga madrileña- o leemos una noticia en
los medios de prensa españoles en la que a los Gobiernos de estos dos países no
se les aplique el término régimen o el adjetivo autoritario; son fórmulas,
técnicas de manipulación a las que estamos permanentemente expuestos. También
el uso de imágenes tóxicas –caso de las fotografías de manifestaciones en
Cataluña que se atribuyeron Venezuela- o de referentes culturales –caso de la
boguera Yoani Sánchez – son ejemplos de la hoja de ruta estudiada, planificada
y puestas en práctica para agredir a ambos países desde los medios de
comunicación”.
Los periodistas y qué
hacer
En función de esta estrategia, apuntó Ángeles Diez, el
elemento humano es un factor muy a tener en cuenta. Tanto en el caso del
tratamiento de la guerra, como en el de la información que se da, o se oculta,
sobre Cuba y Venezuela, “los periodistas están en el epicentro de la
acción; ellos y ellas no hacen un trabajo cualquiera, sino que asesinan
premeditadamente la conciencia de miles de hombres y mujeres, de la sociedad en
definitiva, convirtiéndola en cómplice de la guerra abierta o de la guerra
sucia de “cuarta generación”-la de la información- contra pueblos enteros.
En este contexto, hay que decirlo también, hay profesionales del periodismo que no pueden
trabajar en aquello para lo que se capacitaron, simplemente porque no admiten
la imposición de los consejos editoriales de los medios en los que deberían
ejercer libremente”.
Frente a este panorama desolador - terminó diciendo-, “debemos seguir el ejemplo del pueblo cubano, que ha sabido resistir y no dejarse aislar, pese a más de medio siglo de asedio continuado por parte del imperialismo. Esa resistencia y el trabajo coordinado son los que nos salvarán de ser cómplices de las guerras del capital, que han destruido y siguen destruyendo la vida de millones de personas en el mundo y, de igual manera, los que nos ayudarán a saber decodificar los mensajes de los medios para reconocer sus mentiras y poderlas combatir”.
PALABRAS DE PRESENTACIÓN PRONUNCIADAS POR DOMINGO GALVÁN, miembro de la Plataforma Canaria de Solidaridad con los Pueblos, en el acto del 11 de noviembre
Buenas noches a todas y todos.
Gracias por la asistencia a esta conferencia que organiza la Plataforma Canaria
de Solidaridad con los Pueblos, en colaboración con la Consejería de
Solidaridad Internacional del Cabildo de Gran Canaria.
Un saludo especial al Cónsul General de Cuba en Canarias –Ulises
Barquín-, al Delegado del Frente Polisario en Canarias –Mohamed Said-, y a
personas pertenecientes a diversas organizaciones presentes en este acto
–Plataforma Bolivariana de Canarias, Asociación Canaria de Amistad con el
Pueblo Saharaui, y Comité Anti-OTAN-.
Este acto, es el segundo de los dos que hemos organizado relativos a la
reflexión sobre la llamada Gran Prensa, en cuanto a dos temáticas concretas, y
para lo cual contaremos con la intervención de Ángeles Díez.
El acto de ayer, en el Club La Provincia, tuvo por título “Medios de
comunicación y guerra imperialista. El papel del Estado español”.
El acto de hoy, tiene por título “Cuba y Venezuela. Objetivos de la
agresión mediática del imperialismo”.
Como les decía, en ambas actividades hemos contado con la intervención
de Ángeles Díez, Doctora en Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad Complutense
de Madrid, especialista en el análisis de contenidos en los medios de comunicación
de masas, y conocida por muchos de nosotros por sus reflexiones en diversos
medios informativos alternativos digitales.
Agradecer a la
Sala Franchy Roca la disponibilidad de este lugar para la
organización de esta actividad.
Tanto en este acto, como en el de ayer, contamos con un espacio
dedicado a la Solidaridad
con Cuba, tras el paso del devastador huracán Mathew, para que los asistentes
puedan hacer alguna aportación económica en la campaña internacional para
reconstruir las zonas afectadas en Cuba, y contribuir al enorme esfuerzo del
pueblo cubano en dicha tarea.
El capitalismo está en crisis y para ello, una salida es la guerra, por
lo que su agresividad cada día es mayor, en su lucha por dominar y explotar a
los pueblos del mundo.
Las potencias imperialistas, en estos momentos, están en un proceso de
nuevo reparto del mundo, que podemos situar comenzó con la contrarrevolución en
la Unión Soviética
y los países socialistas del Este de Europa, y que en estos últimos 25 años,
han ocasionado diversas guerras por la conquista de “nuevos mercados”.
En este contexto y período, se han dado dos procesos a tener en cuenta
por quienes nos situamos en el campo de la lucha antiimperialista e
internacionalista.
Por un lado, hemos visto como la Cuba Socialista,
con Fidel primero, y ahora Raúl, han logrado superar diversos obstáculos tras
la desaparición del campo socialista soviético y europeo, y han mantenido las
grandes conquistas de la
Revolución, pese al reforzamiento del bloqueo
económico-comercial en los años 90 del siglo pasado. Hemos visto como un pueblo
combativo, con líderes con ideas revolucionarias, es capaz de resistir las
políticas del imperialismo, por más que se le trate de aislar.
Por otro lado, hemos visto nacer y crecer la Venezuela Bolivariana,
con Chávez primero, y actualmente con Maduro, que ha logrado cambios sociales
importantes para las masas populares, y ha sido junto con Cuba, el motor de
cambios políticos en el continente, con la organización de la CELAC, el ALBA y TELESUR.
Sin embargo, los grandes logros sociales que han ido alcanzando ambos
países, son silenciados por los grandes medios de comunicación de masas
dirigidos por las potencias imperialistas, que tratan de generar la inestabilidad
política interna dentro de cada una de estas sociedades, para justificar una
posible intervención por parte de dichas potencias imperialistas en nombre de
“la defensa de la democracia y los derechos humanos”.
De Cuba y de Venezuela, solo nos dan noticias “negativas”, y nunca
“positivas”.
La aparición en escena de Donald Trump abre un nuevo escenario en
cuanto a las relaciones que a partir de ahora se puedan mantener entre EEUU y
Cuba y Venezuela, que quizá empeoren, tras lo que se ha oído en los discursos
del nuevo presidente norteamericano.
De lo que sí puede estar seguro el imperialismo yanqui, es que a
Cuba Socialista y a Venezuela
Bolivariana se la defiende también a nivel mundial, y contarán siempre con
nosotros y nosotras en sus causas revolucionarias de emancipación social.
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