viernes, 8 de marzo de 2013

CON UN POEMA EN LAS MANOS

En 1981, Agustín Millares Sall escribió "Con un poema en las manos", que se convirtió, junto a "La Maleta" (de Pedro Lezcano), en bandera de lucha contra la OTAN, por la paz y el desarme. Hoy, con las tropas de los ejércitos de la OTAN ocupando Mali, tiene más vigencia que en el momento que fue escrito.

CON UN POEMA EN LAS MANOS


Hacia el Atlántico Sur
se está moviendo la OTAN:
quiere hacerse con la historia,
aunque se apague la luz
y la noche y la derrota
nos pesen como una losa
en el Atlántico Sur

Con promesas se enamora
a nuestras islas. Salud
entre bacterias coloca
quien quiere negar la hora,
la sal y la plenitud
que sus solares pregonan.

Hacia el Atlántico Sur
quiere moverse la OTAN.
Pero aquí están las palomas
de la paz que, a cara o cruz,
se van a jugar la aurora
en el Atlántico Sur.

No con homicidas rayos
ni con un arma de guerra,
con un poema en las manos,
que dispara sólo estrellas,
defiendo mi suelo patrio:
mi tierra, siempre mi tierra.

No quiero que la conviertan
en portaviones de asalto,
en puertos de fríos barcos
de bandería extranjera,
para tener en bandeja
a los pueblos africanos.

Con un poema en las manos
digo que no a la OTAN negra
(no de piel, sino de vela
desplegada de corsario).
Digo que no a la OTAN ciega
partiendo de mis arenas
para mejor hacer blanco.

Con un poema en las manos
quiero impedir que la afrenta
se consume, que mi espacio
se sienta contaminado
de botas filibusteras,
de ratas y mercenarios,
y que un mal día mis campos,
mis montes, mi vida entera,
del mapa desaparezcan
con desgarrador espanto.

Con un poema en las manos
digo: ¡canarios, alerta!
Digamos todos muy alto:
no más paro, más miseria,
más dejaciones pesqueras.
Sí más puestos de trabajo,
más escuelas, más viviendas
y un largo etcétera y etcétera.
Todos a una en el canto
para exigir a quien sea
neutralidad sin engaños
para Canarias, que es nuestra
y jamás será de extraños
traficantes del planeta,
comprando lo más sagrado
de un pueblo, su propia tierra,
por un plato de lentejas
y por el pan más amargo.

Gritad a quien lo ha soñado
que Canarias no está en venta.
Que aquí no habrá fortaleza
que sustituya al canario:
corazón de pura cepa.

Con un poema en las manos:
con él yo subo la cuesta
de un tiempo grave y cargado
de criminales tormentas,
para gritar terminando,
en esta tribuna abierta,
a la que he sido invitado,
que en sus riscos y en sus llanos
Canarias está despierta,
en pie, como siempre ha estado,
contra el intruso que quiera
volverse de pronto amo
de nuestras vidas y haciendas.

El ser o no ser nos jugamos
como pueblo en la inclemencia
de un tiempo sobresaltado.

Y no le demos más vueltas:
o levantamos cabeza
y a la OTAN nos negamos,
o sumisos nos plegamos
al monstruo que nos acecha
con sus pesadas cadenas
para la voz triturarnos
en no muy lejanas fechas.

Aquí lo estoy denunciando,
levantando mi protesta
con todos los ciudadanos
de mi tierra:

Con un poema en las manos.